miércoles, 2 de octubre de 2013

A bridge...

   "No hacía más que mirar hacia atrás. Era de noche y hacía un viento ensordecedor. Llevaba andando, huyendo, horas. Sabía que de un momento a otro las piernas le fallarían y eso sería su fin. No, no debía pensar en eso. Él estaba esperándola en el puente y no podía dejarse vencer. 
   Por fin divisó a lo lejos las luces del puente, aceleró el paso cuanto pudo, debía llegar sin dilación. Él la esperaba justo a la mitad de la estructura, con el coche arrancado para no perder tiempo. Corrió y lloró, lágrimas de felicidad por estar tan cerca de la salvación. Presentaba un aspecto horrible: despeinada, sudando, magullada... pero le daba igual. Todo cambiaría cuando consiguiera cruzar el puente. 
   Lástima que ese momento no llegara. Le faltaban apenas unos pasos para conseguirlo cuando la oscuridad la envolvió por completo. Gritó, se resistió, pero acabó perdiendo la consciencia. Muerta. Dos sonidos le perseguirían hasta el Otro Lado: los desgarradores gritos del que la esperaba y la risa macabra de quien se escondía en las sombras, ambos ensordecidos por el sonido del viento."


Dicen que el oído es el último sentido que se pierde...


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