viernes, 13 de diciembre de 2013

13/12/13

    Es viernes 13 y no se ve el sol. El cielo parece un cuenco dado la vuelta: gris y uniforme. Se acerca el invierno, una estación implacable. 
    Los árboles que veo desde la ventana tienen las ramas desnudas apuntando hacia el cruel cielo. Parecen brazos saliendo de la tierra, suplicando un auxilio que nunca llegará. Cuento catorce árboles, catorce brazos, siete cuerpos bajo tierra, siete almas que ha arrancado el viento del otoño junto con sus hojas amarillentas. Los pájaros se posan en las ramas, ignorando los gritos crujidos, piando con arrogancia, levantando el vuelo con una parsimonia envidiable. ¿Eso es un cuervo? Dicen que los cuervos son los ojos del Diablo. ¿Acaso ha venido a disfrutar de esta agonía? 
     Se intuye ahora el sol en su punto más alto. Pareciera que el cielo fuera a estallar en llamas de un momento a otro.