Hay algo que me ronda la mente, quizá una preocupación injustificada, no lo sé. Lo que sí sé es que, a veces, me miro al espejo y no me reconozco. No he cambiado mucho en estos últimos años, lo normal, pero no noto el cambio en lo físico. Es algo que va más allá, algo en la mirada. Algo que me hace tener hasta un poco de miedo. Miedo a mirar fijamente al espejo y ver cómo la expresión del reflejo cambia sin que cambie la mía.
Suena como una paranoia... pero no sé describirlo mejor. ¿Recuerdas cuando dije que era de las que lloran en silencio? Sí, es cierto, pero tampoco del todo. ¿Me habré cansado de estar a la sombra o simplemente es un bache? Realmente espero que sea lo segundo.
Tómate unas vacaciones y devuélveme a mi musa, no puedo seguir así, sin palabras, sin escribir, sin cerrar los ojos y dejar que fluya.
Siempre... tuya.
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