viernes, 2 de julio de 2021

Misceláneas 2/2

 Necesito más.

Era lo único que ocupaba mi mente desde el hallazgo de la llave. Ese pensamiento me empujaba a seguir vagando, me torturaba cuando intentaba acallarlo.

Necesito más, sí, pero estoy perdida. Sólo la muerte podría traerme descanso, pero mi castigo es la perpetuidad; Ver morir la realidad una y otra vez, desde mi lugar apartado a la sombra de la historia. En otros tiempos esta oscuridad me acogía, me acunaba durante mis interminables horas de vigilia. Ahora me engulle y a la vez me rechaza, tira de mí y me esquiva. No me deja marchar pero tampoco invita a quedarme. La impotencia tiñe cada segundo desde que se reveló mi anhelo. Pero, ¿acaso no merezco este tormento? Me rebelé por querer sentir más de cerca, por querer palpar en mis propias carnes el dolor del desamor. Otra vez. El afán de pertenecer a su sonrisa me convirtió en viajera errante. 

Que brujas y beodos libertinos guarden mis andanzas. 

Que sedientos sátiros se empapen de mis infortunios. 

Que las crisálidas del firmamento tejan mi ajado destino.

 Que mi desiderátum aguarde paciente.