lunes, 12 de enero de 2015

Pretendía... pero no.

Ese abrazo que pretendía ser refugio.
Ese beso que pretendía ser bala y acabó siendo suicidio.
Esa mirada nublada, a juego con esta mañana de invierno. 
Ese amor verdadero de mes y medio. 
Esa pasión reprimida, ese orgasmo de locura.
Esa mirada que desnuda, que mata. 
Esa mujer maldita. 
Esa mujer rendida. 
Tuya.
Mía



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