miércoles, 14 de agosto de 2013

Podría ser...

Una escalera que sube, sube, sube y sigue subiendo. ¿O quizá que baja, baja, baja y sigue bajando? Lo único seguro es que no es un infinito rellano. ¿Será la vida una escalera de caracol, sostenida por un eje central que podría ser el porqué de la existencia?
Diría que es una metáfora bastante acertada.
La muerte será como llegar al final de la escalera y sentarse en el último escalón, mirando hacia abajo. En ese momento ves todo lo que has recorrido, todo lo que vas a dejar atrás. Suspiras de agotamiento por el trayecto, pero al mismo tiempo resulta ser un suspiro de satisfacción. Y esperas, esperas, hasta que un huesudo dedo índice te toca el hombro. Adiós.


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